Cuando
llegue al la puerta de la Iglesia estaba un poco confusa, había una
boda, clelebrada a lo grande, que se grababa desde un pequeño “DRON”
un helicoptero parecido al de juguete, pero con una cámara y pensé
que se vería muy bien desde lo alto. Al otro extremo de la boda vi a
el señor que lo manejaba, poseía mucha habilidad y cuidado.
Proseguí
mi camino y pasé por la plaza para comprar mi recado; dos doradas
bien frescas. Daba un olorcillo a pescado, pero todos lo soportaban.
El pescadero tenía una gran habilidad desmenuzándolo. Cuando
terminó me dió una bolsa un poco sucia, parecía que tenía el
relieve del granito.
En
el 'Diaor' había productos nuevos de invierno, muy peludos todos y
muy abrigados.
Mientras
iba de camino a casa pensé que con el dinero que me había sobrado
me lo podía gastar en gominolas y regaliz. Miré cuanto me sobró y
sólo tenia veinte míseros céntimos, bueno, al menos tengo para cuatro
regalices o cuatro chicles. Me fijé en que una moneda era muy
brillante, tanto como un rayo de Sol ya que lo reflejaba.
El
paseo estaba tan solo que parecía un pueblo fantasma. Compre mis dos
chicles y regalices, la dependienta me dijo que si sabía quien eran
los de la boda y le dije que no, ella asombrada me dijo que una joven
de Lepe se había casado con un famoso no muy reconocido, pero había
salido en varias películas.
Fui
corriendo a ver la boda y ,en efecto, había mucha gente y coches de
lujo, estaba claro que el era algo rico, formaban muy buena pareja la
verdad, parecían dos gotas de agua.
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